Esta ensalada de tomates marinados y grosellas promete ser la estrella del verano. Ahora que los tomates están en su mejor forma, es poco lo que necesitan para regalarnos todo su sabor y frescura. Asimismo, las grosellas también aportan un toque especial. Esta ensalada es perfecta para una cena ligera o una entrada. Te prometo que te encantará.
Desde que comencé este blog, he escrito mucho sobre la importancia de comer productos de temporada y combinar las frutas y vegetales en preparaciones saladas, esta ensalada es el ejemplo perfecto de como hacerlo. Es colorida, deliciosa, y espero que se convierta en tu favorita.
Hablemos sobre las grosellas
Grosellas, que palabra tan hermosa. Suena dulce, sin embargo, aunque suene dulce, su sabor ácido hace que no sea una fruta fresca muy común. Su color brillante hace que las grosellas rojas se usen habitualmente en la decoración de tartas y pasteles. Estas frutas son ricas en vitamina A, tienen propiedades antioxidantes y mantienen bajo control los radicales libres.
Las grosellas frescas solo pueden encontrarse en verano y tienen una corta temporada, así que debes aprovecharlas mientras dure. El resto del año, se pueden comprar congeladas o en conserva. Además, las grosellas son especialmente beneficiosas para la vista, ya que protegen los vasos sanguíneos más pequeños.
Sobre el aderezo para esta ensalada
Esta ensalada lleva como aderezo principal una infusión de limón y aceite de oliva, albahaca, sal (yo usé sal de rosas, pero la sal común también es perfecta), y aceite de albahaca (opcional). Añade solo un poco de limón, ya que las grosellas son ácidas.
Los aceites son excelentes conductores de sabor, por lo tanto, son una manera muy sencilla de elevar un platillo y hacerlo mucho más delicioso. Solo te tomará unos pocos minutos extra y las posibilidades son infinitas. Puedes añadir hierbas frescas, hierbas secas, limón, especias o vegetales.
- Para el aceite con infusión de limón, utilicé la cáscara de un limón, ajo y chile en hojuelas. Calenté el aceite a fuego muy bajo, hasta entibiar (evita que se ahúme, ya que el aceite de oliva se degrada fácilmente). Luego, lo retiré del fuego y dejé que se hiciera la infusión durante unos 20 minutos. Lo colé y listo. Este aceite se puede preparar con anticipación.
- Para el aceite de albahaca, utilicé una técnica completamente diferente: el blanqueado. Blanquear consiste en una cocción de corta duración en abundante agua hirviendo; en el caso de la albahaca, solo unos pocos segundos. Esta técnica requiere un rápido enfriamiento en agua helada para detener la cocción. Al blanquear la albahaca, evitamos que se oscurezca y que pierda su aromas y vitaminas. Luego, se licúa con aceite y se cuela con un colador de malla fina o filtro para café. ¡Y listo! Puedes usarlo para ensaladas, vinagretas, marinados, quesos, pastas, sopas, etc. Su color esmeralda es precioso, lo que lo hace excelente para darle toques a tus presentaciones.
Otras ensaladas de verano
- Ensalada de melón y prosciutto
- Ensalada de higos con prosciutto y nueces caramelizadas
- Ensalada de frutos rojos y queso burrata
- Ensalada fresca de fresas con queso feta y pistachos