Conóceme

¡Hola!, soy Mary.  Amante de la cocina y Chef profesional. Este blog es un intento de compartir con ustedes un poco de mi arte, de lo que me apasiona. Juntos vamos a preparar recetas inspiradas por las estaciones del año, sus colores, sus sabores. Aquí encontrarás cómo cocinar productos de temporada como un chef profesional.

Durante mi infancia en Venezuela los términos “local” y de “temporada” eran completamente desconocidos, no era algo de lo que se hablara en casa. Sin embargo recuerdo el mercado de verduras que visitaba el sector tres días a la semana. Donde habían verduras y vegetales en mesas largas y podías escoger lo que ofrecían los vendedores, a un precio más accesible que los del supermercado. También recuerdo las reuniones familiares que ocurrían alrededor de la comida, y aunque nada en la mesa era sofisticado, todavía son el centro de las memorias más felices de mi infancia.

Mi camino profesional ha sido poco usual, he experimentado de todo, la ingeniería, la formación religiosa, y finalmente la psicología, esta última se convirtió en un trabajo permanente por algunos años. Y finalmente me gradué del Intitute of Culinary Education en Nueva York.

A los 31 años emigré a Nueva York. Y esta decisión estaba llena de lo incierto, no estaba segura de qué camino tomaría mi vida, y mi carrera. Mi primera meta era aprender inglés, para ello empece clases en NYU. Hasta el día de hoy, recuerdo claramente un día que visitamos el mercado de agricultores, como parte del programa. Fue amor a primera vista. Todavía lo recuerdo como si fuera ayer. Recuerdo la historia que uno de los agricultores me contó sobre los tomates que había cultivado. La historia del “Ugly tomato”:

– ¿Sabes por qué se estos tomates llaman “ugly”? , me preguntó

– No, pero me gustaría saber. Le dije con un ingles mal pronunciado.

– Es por las cicatrices que tiene en la piel que hace que se desforme. Su piel es tan delicada que se rompe por su pulpa tan jugosa. y eso le crea cicatrices. Pero aunque no es el tomate más bonito, si el mas jugoso y el mas dulce.

Ese día volví a casa con una bolsa de “Ugly tomatoes”. Y lo que era una visita de un día, pronto se convirtió en una obsesión. Como las cicatrices de aquellos tomates, esta experiencia me marcaría para siempre. Y gracias al Mercado de agricultores empecé a interesarme más en los productos locales y en cocinar de acuerdo a la temporada. 

Habían muchas cosas nuevas y emocionantes pasando en mi vida, y una cantidad abundante de recetas que empecé a compartir con mi familia y mis nuevos amigos. Y así fue como nació la idea de abrir un blog, Una Pizca de Amor, un espacio donde se unen todos mis intereses, el amor por la cocina, el Mercado de agricultores y la fotografía gastronómica. Empecé a hacer malabares, con un batidor en mano, la cámara en la otra tratando de hacer la fotografía perfecta. Todos los días estaba aprendiendo algo y nunca había estado tan feliz. En mis casi cuarenta finalmente siento que estoy donde siempre debí estar. 

Soy de temporada

El descubrimiento de las estaciones en NY y el Mercado de agricultores cambió por completo mi perspectiva de la cocina. Me encanta ver como las estaciones determinan qué productos encuentras disponibles en las mesas del mercado, y ellos a su vez determinan lo que sucede en mi cocina. O, podría decir, como puedes saber en qué estación estamos solo con ver qué flores y productos adornan el mercado.

Primavera

A mediados de marzo, después de dejar a mi hijo en la escuela, a menudo me dirijo a Union Square, donde el mercado de agricultores más grande de la ciudad de Nueva York está en pleno apogeo durante cuatro días a la semana. Después de soportar meses de frío invierno, siento como si hubiera vuelto a la vida, en sincronía con los tiernos brotes de hierbas y narcisos que se abren paso a través de la tierra que ha empezado a calentarse. Siempre me asombra la exuberante transición: mientras que apenas un mes antes los puestos estaban llenos de papas, de repente aparecen habas, rampas y espárragos de color verde brillante. En esta época del año se antoja algo más ligero que los largos estofados y los sabores acogedores del invierno.

Verano

Si buscas los mejores ingredientes, y compras productos locales y de temporada, todo lo que necesitas hacer es dejarlos brillar, con muy poca intervención de tu parte. Y eso es lo que más me gusta de la cocina de verano: como se trata menos de técnica, puedes ser un poco más espontáneo. Nadie espera una reducción elegante sobre un hermoso pollo a la parrilla. se trata de resaltar lo que tienes delante de ti. El enfoque es siempre el mismo: mantenerlo simple. El verano está lleno de frutas y vegetales que solo requieren un chorrito de limón, un poco de hierbas y sal. El verano es la temporada de comidas sin preocupaciones. Entonces, relax: ¡tienes permiso para jugar con tus comidas!

Otoño

El otoño, sin duda, es mi época favorita del año. Siempre espero con ansias las rutinas de septiembre y el regreso a clases, las calabazas y la proximidad de las Fiestas. Cada año, a medida que el aire pasa de cálido a fresco, todos los antojos otoñales regresan. Después de las interminables ensaladas del verano, anhelamos sopas reconfortantes. Volvemos a nuestros hornos y asamos de todo. En otoño me encuentras cocinando a fuego lento. Todo mientras la luz y las hojas se vuelven doradas, y me invade la sensación más profunda de calidez y pertenencia. El otoño me deja sin aliento a cada paso, en cada plato.

Invierno

Hay algo realmente mágico en la cocina de invierno. Con las luces tenues, las velas parpadeando y el aire helado de las ventanas, incluso el espacio de comedor más simple se transforma en un acogedor refugio del que nunca querrás salir. A esta escena añade el delicioso olor de una comida burbujeando en la cocina y esa es exactamente mi idea del cielo. Las comidas ricas y reconfortantes llenan las mesas. Lo que más me gusta es la “permanencia” sin remordimientos que sigue a una comida plena. Los platos sucios pueden esperar. Nadie sale corriendo, no hay dónde ir, todo está muy frío. Todos estamos felizmente contentos en nuestros capullos.

¿Cómo usar estas recetas?

Para mí el acto de cocinar es creativo, lúdico e instintivo. Incluso si cocino el mismo plato dos veces, es raro que salga exactamente igual cada vez. Cocinar se trata de adaptarse a lo que tienes delante de ti. Entonces, mientras he probado estas recetas, perfeccionándolas para brindarte la mejor oportunidad de replicarlas, es importante recordar que los ingredientes varían, las estaciones son diferentes dependiendo dónde estes, tus sartenes son diferentes, al igual que tu aceite de oliva, tu horno, tu pizca de sal. y, lo más importante, ¡tu paladar! Utiliza estas recetas como guía, pero te recomiendo que no las sigas a ciegas. Necesitas cocinar con tus sentidos y tu intuición.