Llena de aromas, especias y sabores frescos, esta sopa de pollo con fideos y bok choy, inspirada en sabores asiáticos, te calentará durante los días fríos y te consolará cuando el clima no sea el mejor. Lo que hace a está sopa de pollo con fideos y bok choy excepcional es su caldo. El caldo de esta sopa asiática está impregnado de un fantástico sabor a base de jengibre fresco, cebolla larga, hongos shiitake, canela, clavo de olor y anís estrella. Estos ingredientes se agregan a la olla junto con caldo de pollo y se dejan hervir hasta que sus sabores se mezclen a la perfección.
A mí me resulta muy práctico preparar este caldo y conservarlo en la nevera o congelado. De esta manera, puedo tener una comida lista en minutos. Además, es una preparación que se conserva muy bien por hasta 2 semanas. Prepararlo es bastante sencillo, no es nada complicado, y se vuelve más delicioso con el tiempo.
Lo mejor de esta sopa es que, una vez listo el caldo, puedes personalizarla a tu gusto y añadir cualquier vegetal de tu preferencia. En esta ocasión, usé bok choy, hongos, pollo y fideos para hacerla más sustanciosa. Sin embargo, puedes usar broccolini, repollo napa o savoy, ajo porro, hojas de nabo o de mostaza, zanahorias, papas, guisantes, etc.
Cuando añadas los vegetales de tu preferencia, es importante observar los tiempos de cocción. De lo contrario van a deshacerse y no obtendrás una sopa clara como la de la foto. Por ejemplo, en este caso utilicé bok choy. Para evitar cocinarlo demasiado, separé la parte blanca (que necesita más tiempo de cocción) y la parte verde, añadiéndolas por separado.
Si lo prefieres, este caldo también puedes servirlo solo como entrada, o como snack durante los días fríos. ¡Si, como aperitivo! En mi opinión, no hay nada más gratificante que una taza de caldo cuando regresas a casa, especialmente esos días en los que las temperaturas caen bajo 0º C.
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Sopa de pollo con fideos y bok choy
Llena de aromas, especias y sabores frescos, esta sopa de pollo con fideos y bok choy, inspirada en sabores asiáticos, te calentará durante los días fríos y te consolará cuando el clima no sea el mejor.
4
porciones30
minutos40
minutosIngredientes
1/2 taza de shiitake secos
2 tazas de agua hirviendo
1 cucharada de aceite vegetal de tu preferencia
1 cebolla grande, cortada en cubos
3 dientes de ajo, cortados finamente
2 cm de jengibre fresco, pelado y cortado en rebanadas finas
1 ramita de canela
1 estrella de anís
8 tazas de caldo de pollo bajo en sodio (hecho en casa o comprado)
1/4 taza de salsa de soja baja en sodio
1 cucharadita de pimienta molida
650 gr de pollo, cortado en tamaño bocado (puede ser pechuga o muslo deshuesado; yo prefiero usar muslos de pollo, pero usa lo que prefieras)
1 manojo de cebollín (entre 5-6 ramos de cebolla larga), cortado finamente. Separa la parte blanca y la verde.
250 gr de bok choy (la parte blanca cortada y separada de las hojas verdes)
1 taza de hongos “beech mushrooms” blancos o cualquier otra variedad de hongos
Aceite de sésamo tostado (al gusto)
4-6 porciones de fideos cocidos de acuerdo con las direcciones del empaque (opcional)
Modo de preparación
- Coloca los hongos shiitake en un envase y cúbrelos con el agua hirviendo. Déjalos hidratar durante al menos 30 minutos. Cuela y reserva el agua. Corta los hongos en rebanadas delgadas o al gusto y resérvalos.
- En una olla, calienta el aceite. Sofríe la cebolla durante 3 minutos o hasta que empiece a transparentarse. Añade el ajo y el jengibre, y sofríe por un minuto más hasta que suelten su aroma.
- Incorpora el agua de los hongos shiitake, el caldo de pollo, la salsa de soja, la canela, el anís estrellado y la pimienta. Cuando rompa hervor, baja la llama al mínimo, añade el pollo y deja hervir por 20 minutos a fuego suave.
- Cuando el pollo esté cocido, añade la parte blanca del cebollín, los hongos shiitake , los “beech mushrooms” y la parte blanca del bok choy. Deja hervir durante otros 5 minutos. Agrega la parte verde del bok choy y deja hervir por otros 2 minutos.
- Retira la rama de canela y el anís estrellado. Sirve en tazones con los fideos cocidos y la parte verde del cebollín finamente cortada. Añade una cucharadita de aceite de sésamo antes de servir.
