La receta de hoy es para los amantes de las papas. Pero no cualquier papa, sino las que son crujientes por fuera y cremositas por dentro. Hoy les traigo una receta irresistible que hará las delicias de todos: ¡papas crujientes al horno! Estas papas son perfectas como acompañamiento o incluso como un delicioso snack. Siguiendo unos sencillos pasos, conseguirás que cada bocado sea dorado y crujiente, porque todo está en la técnica.
Pizca tips para preparar papas crujientes perfectas
Hierve las papas
El primer paso para conseguir papas crujientes es hervirlas. Comienza pelando las papas y cortándolas del tamaño que prefieras; a mí me gusta cortarlas en cuartos. Solo intenta que todas tengan más o menos el mismo tamaño, esto asegurará que se cocinen de manera uniforme.
Coloca las papas en una olla grande y cúbrelas con agua fría (esto es importante). Agrega una buena cantidad de sal y lleva el agua a ebullición. Cocina las papas durante unos 5-8 minutos o hasta que estén tiernas, pero no demasiado blandas. Deben estar ligeramente firmes, ya que se seguirán cocinando en el horno.
Seca completamente
Una vez que las papas estén hervidas, es crucial que se sequen completamente. Escurre las papas en un colador y déjalas reposar durante unos minutos. Cuanto más secas estén, más crujientes quedarán en el horno. La humedad es tu enemiga cuando se trata de crear texturas crujientes; esto aplica en todos los casos en la cocina.
Sacúdelas en la olla
Ahora que tus papas están listas, es el momento de darles un toque. Coloca nuevamente las papas en la olla, tápala y agita bien la olla para que la capa exterior se rompa un poco (ver foto arriba). Este paso ayudará a que obtengan esa textura crujiente perfecta.
Hornea
Precalienta tu horno a 425°F (220°C). Forra una bandeja para hornear con papel pergamino o engrásala ligeramente con aceite. Acomoda las papas en una sola capa, evitando que se superpongan. Esto permitirá que circule el aire y se cocinen de manera uniforme.
Hornea las papas durante unos 25-30 minutos, volteándolas a la mitad del tiempo. Querrás que se pongan doradas y crujientes por fuera.
Sirve y disfruta
Una vez que las papas estén crujientes y doradas, retíralas del horno y dales un último toque de sal si lo deseas. Sirve las papas calientes y acompáñalas con tu salsa favorita o simplemente disfrútalas solas. A mí personalmente me gusta servirlas con salsas de hierbas y con un toque ácido para darle balance. Cómo por ejemplo esta salsa verde, este chimichurri o esta salsa verde italiana.
¡Y ahí lo tienes! Unas deliciosas papas crujientes que encantarán a todos. La clave está en hervirlas primero, dejarlas secar bien y, por último, agitarlas en la olla para que queden perfectamente doradas. Espero que disfrutes de esta receta tanto como yo. ¡Buen provecho!