Avena con compota de arándanos

Cuando niña, estaba obsesionada con comer avena. Recuerdo que fue una de las primeras cosas que aprendí a hacer en la cocina. A veces, por las tardes, me encantaba sentarme a comer una taza (tamaño industrial) de avena.

Era de las cosas que más me gustaban. Pero recuerdo que me gustaba muy espesa y muy, pero muy dulce. Y no es diferente hoy día; me gusta que la avena sea cremosa, bien cocida y dulce. Admiro a aquellas personas que pueden comerse la avena sin endulzar, pero yo no soy una de ellas.

Lo cierto es que, con el tiempo, he aprendido a preparar la avena como me gusta y sin azúcares refinados añadidos. Esta receta de avena con compota de arándanos es de mis combinaciones favoritas. Es súper cremosa, tiene las proporciones perfectas de líquidos y, además, la dulzura de la compota de arándanos está en su punto.

La avena perfecta…

Sé lo que estás pensando: la avena perfecta no existe, depende del gusto de cada quien. Y sí, tienes toda la razón. Las hay para todos los gustos. Pero te prometo que algunos cambios aquí y allá en la forma de prepararla le darán un toque estupendo.

  • Añade algunos cítricos: la combinación de avena y ralladura de limón es una de mis favoritas. Es aromática, le da un balance perfecto y un toque sorpresa a tu preparación. También puedes experimentar con otros cítricos, como la naranja. Te recomiendo esta receta de avena con mermelada de naranja y chía que también me fascina.
  • Añade una pizca de sal: la sal, incluso en preparaciones dulces, realza todos los sabores. Así que una pizca de sal en la avena hará que todos los sabores brillen más.
  • Añade suficientes líquidos: uno de los errores más comunes al preparar avena es no añadir suficientes líquidos. El resultado es una avena poco cocida, con la hojuela mal hidratada, que termina muy dura y pastosa.

Notas sobre la compota

Otra de las razones por las que me encanta esta avena con compota de arándanos es, precisamente, la compota. Definitivamente puedes dejarla cocinar tanto como quieras y hacer los arándanos puré, pero a mí me gusta dejarlos enteros.

Así no solo añades sabor, sino también textura. Son como pequeñas bombas de jugo que explotan en tu boca con cada bocado.

Avena con compota de arándanos

Avena con compota de arándanos

Receta de Mary

Esta avena con compota de arándanos es de mis combinaciones favoritas. Es súper cremosa, tiene las proporciones perfectas de líquidos y, además, la dulzura de la compota de arándanos está en su punto.

Porciones

2

porciones
Tiempo de preparación

10

minutos
Tiempo de cocción

15

minutos

Ingredientes

  • 1 taza de leche de tu preferencia

  • 1/2 taza de avena en hojuelas

  • Una pizca de sal

  • 1 taza generosa de arándanos, congelados o frescos

  • 2 cucharadas de miel

  • La ralladura y el jugo de un limón

Modo de preparación

  • En una olla mediana, mezcla la leche con una cantidad igual de agua. Deja que hierva a fuego medio-bajo. Añade la avena en hojuelas y la pizca de sal. Cocina a fuego lento por 10-15 minutos o hasta que espese, revolviendo ocasionalmente para evitar que se pegue.
  • Mientras tanto, en otra olla añade los arándanos, la miel, el jugo de limón y la mitad de la ralladura. Cocina por 10 minutos o hasta que los arándanos hayan soltado su jugo.
  • Sirve la avena en un bowl junto con la compota y el resto de la ralladura de limón. ¡Disfruta!

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