El verano ha llegado a Nueva York y las temperaturas se han elevado considerablemente. No me quejo, ya era hora. Ahora solo nos queda disfrutar del clima. Y con el buen clima, les comparto esta receta de yogur con salsa de fresas y granola. Este platillo bien podría ser un desayuno o un postre.

La verdad es que esta receta es perfecta para los días calurosos del verano. Es un desayuno refrescante y delicioso, además es una alternativa para los días en que te provoca comer algo dulce para empezar el día.

También tiene la ventaja de que cada uno de los elementos que componen esta preparación puede prepararse hasta con 3 días de anticipación y reservarse en la nevera hasta el momento de servir. Esto me ha resultado muy práctico para usar en desayunos “de emergencia”, esos días en que estoy muy apurada.

Este es un platillo delicioso y súper refrescante. Además, las fresas están en temporada, así que están en su mejor momento, tan dulces que no necesitarás añadir ningún edulcorante o, en todo caso, muy poco.

Pensarás que esta es solo una receta más de yogur y frutas, pero en esta preparación te cuento algunos detalles que elevarán el yogur, la granola y las frutas a otro nivel. No vas a arrepentirte de intentarlo.

Pizca tips para un yogur extra cremoso

Esta manera de preparar el yogur me trae muchos recuerdos. Recuerdo que solía visitar a unos amigos provenientes de Siria, y con frecuencia ponían este yogur en sus comidas, tanto dulces como saladas. Siempre delicioso. Se me ha quedado grabado en la memoria. Lo solían colgar en un rincón de su casa, con un bowl debajo que recogía todo el líquido.

La técnica consiste en extraer la mayor cantidad posible de suero del yogur griego, dejando solo la parte sólida. Esto hace que su consistencia sea más espesa. Para ello, yo utilizo una tela para colar (similar a la que se usa para colar café), también conocida como estopilla o “cheesecloth”.

Colocas el yogur en la tela, la amarras con un nudo o con alguna cuerda, y la pones en un colador, dejando un bowl debajo para recoger el líquido. Puedes añadir peso encima para ayudar a que el líquido drene mejor, o incluso colgarla sobre el fregadero.

Este proceso tarda aproximadamente media hora. Al final, tendrás un yogur con una consistencia similar a la del queso Philadelphia o un helado. Si eres de los que no tolera mucho la acidez del yogur griego, puedes endulzarlo al gusto antes de iniciar este proceso. Ten en cuenta que la fruta también estará dulce, así que no endulces demasiado tu yogur.

Por supuesto, podrías ahorrarte el proceso y usar yogur natural. Puedes prepararlo con anticipación y tenerlo listo para usar.

Pizca tips para la compota de fresas

Lo que hace a esta compota de fresas especial es que no es solo fresas y azúcar; su sabor está acompañado con un toque de sumac, que le da un toque de acidez similar al limón. También tiene hierbas aromáticas, lo que la hace mucho más interesante.

Es poco frecuente encontrar hierbas aromáticas y frutos rojos en una misma receta, es una combinación que pocos se atreverían a probar. Sin embargo, soy fanática de combinar frutas y hierbas, como en este té helado de piña y romero.

Para 16 onzas de fresas (aproximadamente dos tazas generosas), utilizo 1-2 cucharaditas de hierba fresca picada de mi elección. Las hierbas más suaves y delicadas son maravillosas con las fresas; las hierbas más leñosas e invernales no me gustaron en lo absoluto. Recomiendo menta picada, albahaca, orégano y lavanda, que agregan una profundidad sorprendente a las fresas. Sáltate el romero, el estragón y la salvia, que, en mi opinión, chocan con los sabores vibrantes de la fresa.

Como siempre, recomiendo añadir poco de las hierbas. Es fácil añadir más, pero imposible retirarlas. Trata de empezar con una pequeña cantidad hasta que consigas la que se ajusta a tu gusto.

Después de estos tips, te dejo con la receta para preparar este desayuno saludable de yogur con salsa de fresas y granola.