Los días se han hecho más fríos acá en NY. Ya puedes sentir el ambiente de otoño. Y eso significa que es tiempo de poner a hervir agua para la sopa. Esta receta de sopa de pollo con fideos es perfecta para poner al cuerpo en calor, para una cena ligera, para aquellos con congestionamiento nasal, para la tristeza, inclusive para las resacas después de las noches de fiestas.
En Venezuela, mi país de origen, es una idea extendida que la sopa de pollo es una suerte de medicina para el cuerpo y el alma, y usualmente lleva fideos y verduras, otras veces le ponemos huevos rotos mochados o batidos. De verdad que alegra el corazón. Es una receta muy sencilla, que siempre está presente en las opciones de las familias venezolanas ¿quién no se tomó una solita de pollo mientras pasaba una gripe?
La sopa que gusta en todo el mundo
La sopa de pollo se ha convertido en un clásico de la comida casera que se prepara en las cocinas de todo el mundo. Y en cada país se le dá un toque diferente. En Francia se le agrega vino blanco y laurel, en Grecia se hace espesa añadiéndole huevo batido, en Latinoamérica se le coloca cilantro, y los judíos le añaden bolas de Matzá.
Así que si te provoca una comida ligera para la cena o el almuerzo, esta receta de sopa de pollo con fideos te caerá de maravilla. Es una de esas recetas de toda la vida que siempre te caen bien.
Hay muchísimas recetas para preparar sopa de pollo en todos lados, esta es una. Es como la he preparado desde que recuerdo. Y me hace muchísima ilusión compartirla con ustedes.
Esta preparación me recuerda a mi época universitaria, recuerdo prepararla con mucha frecuencia, especialmente después de los días/noches de excesos para ayudar con la resaca. Aunque ya no tengo noches con tantos excesos, todavía esta preparación me resulta muy reconfortante.