Ayer he tenido un día bastante ocupado. Mi hijo ha tenido un malestar y nos hemos pasado un buen rato en el hospital. Mi hijo está bien, solo un virus. Hemos regresado a casa menos preocupados y con poco tiempo para preparar la cena. Y he resuelto preparar esta peperonata con papas crujientes que requiere de pocos ingredientes y además, es deliciosa.
Lo bueno de esta peperonata es que tiene muchos sabores, la acidez del tomate, sabor ahumado del pimentón y la paprika, es ligeramente picante, lo crujiente de las papas. Es toda una experiencia de sabores en un platillo muy sencillo.
¿Qué es la peperonata?
La peperonata es un platillo de origen italiano que resulta muy versátil. Puedes prepararlo y conservarlo en la nevera hasta la hora de usar. Lo puedes comer frío o caliente, sobre marrón o pasta, como relleno de empanadas, tartaletas, para comer con galletas o sobre tostadas.
Nosotros lo hemos acompañado con papas horneadas súper crujientes y huevos pochados. Sin embargo, tu puedes acompañarlo con cualquier tipo de huevo que prefieras (frito es otro de nuestros favoritos) o con cualquier proteína de tu preferencia.
Tips para unos resultados deliciosos
A mi en particular me gusta usar pimentones quemados, para darle ese sabor ahumado que tanto me gusta. Si, leíste bien, dije quemados. Este método consiste en quemar los pimentones enteros directamente sobre la estufa.
Debes tomar el pimentón entero ya lavado y colocarlo directamente sobre el fuego de la estufa. Luego de eso debes ser paciente y no dejarte amedrentar por el humo y el color. Debe estar completamente negro. Luego llevarlo a un bowl y cubrirlo con papel plástico o simplemente colocarlo en un recipiente con tapa. Una vez que esté frío al tanto, podrás separar la piel quemada del pimentón fácilmente.
A mi me fascina combinar la peperonata con papas crujientes y horneadas. Sin embargo, puedes usar papas cocidas, puré de papas, papas al vapor. Con resultados igualmente deliciosos.