
El pan dulce piñita es uno de los clásicos más queridos de la gastronomía y la panadería venezolana. Su mezcla única de sabores y su textura suave y esponjosa lo convierten en un manjar irresistible que siempre evoca nostalgia y alegría. Este pan es perfecto para acompañar un café o simplemente disfrutarlo solo, convirtiéndose en un favorito tanto para grandes como para pequeños.
En este artículo, te explicaré el proceso de darle forma y levar el pan dulce piñita, dos pasos esenciales que garantizan que tu preparación tenga el éxito y la calidad que buscas, logrando un pan que no solo sepa delicioso, sino que también tenga una apariencia atractiva y profesional.
Entendiendo el proceso de levado
El levado es uno de los procesos más críticos en la elaboración del pan, ya que es el momento en que la masa desarrolla su estructura y textura gracias a la acción de la levadura. Durante esta etapa, las burbujas de gas producidas por la levadura se expanden, lo que da como resultado una masa esponjosa y ligera. El levado se desarrolla en dos etapas distintas: el levado en bulk y el levado después de dar forma al pan.
1. Levado en bulk


El primer levado, también conocido como “levado en bulk” o “primer levado”, ocurre después de que la masa se ha mezclado y amasado. Durante esta fase, la masa se coloca en un recipiente engrasado y se cubre con un paño húmedo o film plástico para evitar que se seque. Este levado suele durar de 1 a 2 horas, dependiendo de la temperatura y la humedad. Si vives en un clima frío, puede tardar hasta 8 horas.
Durante el levado en bulk, la levadura comienza a fermentar los azúcares presentes en la harina, produciendo dióxido de carbono y etanol. Este gas se acumula en la masa, formando burbujas que hacen que se expanda. Además, se desarrollan una serie de reacciones químicas que mejoran el sabor y la textura del pan. Es fundamental que la masa duplique su tamaño en esta etapa, ya que esto indica que la levadura está activa y funcionando correctamente.
2. Levado después de formar el pan


Una vez que la masa ha completado su primer levado, es hora de desgasificarla y darle forma. Después de moldear el pan según la receta, se realiza el segundo levado, que es igualmente importante. Este levado se lleva a cabo en la bandeja de hornear, donde se colocan los panes ya formados. Se cubren nuevamente con un paño húmedo y se dejan reposar de 45 minutos a 1 hora, o hasta que hayan crecido.
Durante este segundo levado, la levadura continúa trabajando, pero ahora se enfoca principalmente en hacer que el pan tome su forma final y adquiera la esponjosidad deseada. Las burbujas de gas se expanden nuevamente, y el desarrollo del gluten se consolida, lo que ayuda a que el pan mantenga su estructura durante el horneado. El resultado es un pan que no solo luce hermoso, sino que también es ligero y suave al paladar.
Darle forma al pan
El proceso de darle forma al pan es crucial para lograr no solo la estética, sino también la textura y la calidad del producto final, ya que afecta directamente el resultado.
- Al darle forma a la masa, se manipula y estira el gluten, la proteína que proporciona estructura y elasticidad al pan. Este desarrollo del gluten es esencial para que el pan mantenga su forma durante el horneado y adquiera la miga adecuada.
- Dar forma al pan también permite controlar el tamaño y el peso de cada pieza. Esto es especialmente importante si estás horneando varias unidades, ya que asegura que todas se cocinen en el mismo tiempo y a la misma temperatura, resultando en un producto final más coherente.
- Cuando creas tensión en la superficie del pan, controlas cómo se expande la masa durante el levado y el horneado. En lugar de expandirse hacia los lados, se expande hacia arriba, resultando en panes altos y esponjosos.
Técnica del boleado del pan




Una vez que la masa ha completado su primer levado y ha duplicado su tamaño, el primer paso es desgasificarla suavemente. Para ello, coloca la masa en la superficie de trabajo y presiónala ligeramente con los dedos. Esto permitirá que el aire acumulado salga sin romper la estructura del gluten de forma excesiva.
Luego, sigue estos pasos:
- Utiliza un cuchillo o una espátula para dividir la masa en porciones iguales. Cada porción debe pesar aproximadamente lo mismo para asegurar un horneado uniforme. Puedes usar un peso de cocina si quieres ser más preciso. El tamaño del pan dependerá de tus preferencias personales; a mí me gusta que pesen entre 50-70 gr cada pan. Si pesan más que eso, tus panes dulces serán muy grandes.
- Toma una porción de masa y, con la palma de la mano, presiona ligeramente y arrastra los bordes de la masa hacia el centro. Esto comenzará a darle forma a la bola. Voltea la masa y pon la unión hacia abajo, en contacto con la superficie de trabajo.
- Con la mano en forma de garra (con los dedos ligeramente hacia adentro), realiza movimientos circulares sobre la masa para crear tensión.
- La parte exterior de la bola debe quedar suave y tensa, mientras que la parte inferior (donde se han unido las porciones) debe ser un poco más rústica, ya que quedará en contacto con la superficie de trabajo.
- Repite este proceso con cada porción de masa que necesite ser boleada.
Una vez que todas las bolas han sido formadas, colócalas en la bandeja de hornear que utilizarás para el segundo levado. Puedes espolvorear un poco de harina en la bandeja o usar papel pergamino para evitar que se peguen. Asegúrate de dejar suficiente espacio entre cada bola para que se expandan durante el segundo levado.
Sin más, aquí te dejo los detalles de la receta.
Con amor, Mary.