Otro día lluvioso y frío en la ciudad de NY. Así que aprovecho para acurrucarme y consentirme con una bebida caliente, en esta ocasión, con un latte de vainilla y lavanda, que está para tomarse un galón.
El café y yo tenemos una historia de amor de larga data (sin exagerar). Creo que es algo de familia. El aroma del café me llena un poco de nostalgia. Me recuerda a las mañanas y a las medias tardes cuando mi mamá colaba el café. Y a veces aparecía alguna de mis hermanas “Por el cafecito”. Así que el mas mínimo atisbo de un café recién colado me trae memorias que pueden remontarse, incluso, 15 años atrás.
Así que el solo aroma del café me recuerda a a mi vida diaria en Venezuela y hasta algunos amores con besos sabor a café. Pero no fue si no hasta unos tres o cuatros años atrás cuando empecé a experimentar con añadir otras esencias al café.
Ahora bien, usar infusiones florales para el café nos ofrece una alternativa completamente diferente. No es igual al café, pero es como un helado derretido. Así de dulce, de aromático y delicioso.
Una de mis maneras favoritas de preparar estas infusiones es con flores de lavanda, sin embargo, si no te gustan los sabores florales muy fuertes tal vez debas probar con una flor de aroma mas suave, como rosas, flor de naranjo o manzanilla.
Si te anima, aquí te dejo la receta para preparar este latte de Vainilla y lavanda que es para morirse.
PizcaTips
- Si eres de los que prefieres las bebidas frías, incluso el café, esta receta es muy fácil de adaptar. Puedes dejar enfriar la infusión de lavanda y luego mezclar todo sobre hielo. Otra alternativa es hacer unos cubos de café. Para ello congela el café en las hieleras. y luego solo añades la infusión de lavanda y leche.