La carne guisada con papas es uno de esos platos reconfortantes que evocan cálidos recuerdos familiares y reuniones en torno a la mesa. Para lograr un guiso perfecto, es fundamental seguir una técnica culinaria apropiada, lo que garantiza que el guiso tenga un sabor más complejo y con matices. Lo mejor es que esta técnica culinaria la puedes repetir con cualquier preparación guisada o simplemente adaptar a tus preferencias, siguiendo la misma técnica y cambiando la base aromática y los vegetales.
Técnica del guisado
Guisar consiste en cocer los alimentos en una olla con una salsa o caldo durante un tiempo prolongado y a temperaturas bajas. La mayoría de las veces, la base del guiso está formada por las verduras e ingredientes que hemos sofrito o rehogado previamente. Las principales ventajas de esta técnica son que se obtienen platos muy nutritivos y con mucho sabor.
La técnica para guisar es la siguiente:
- Comienza sellando la carne en una olla caliente con un poco de aceite, permitiendo que se dore por todos lados para desarrollar un rico sabor.
- Luego, retira la carne y en la misma olla agrega una mezcla de cebolla, ajo, zanahoria y apio, conocidos como mirepoix, que aportarán dulzura y profundidad al plato. Puedes cambiar tu base aromática y agregar un poco de pimentón en lugar de zanahoria; también puedes añadir tomate, jengibre o cebolla. Es importante que experimentes y descubras tus combinaciones favoritas.
- Una vez que las verduras estén tiernas, vuelve a incorporar la carne, añadiendo vino para desglasar la olla y recoger esos sabores caramelizados que se quedan pegados en el fondo.
- A continuación, añade el caldo y cocina a fuego lento, preferentemente en una olla de cocción lenta o en el horno, para que los sabores se integren y la carne se vuelva tierna.
¿Qué es el Mirepoix?
El mirepoix es una mezcla básica de vegetales utilizada como base en muchas preparaciones culinarias, especialmente en guisos y sopas. Consiste en cebolla, zanahoria y apio, normalmente en proporciones de 2:1:1. Su función es aportar un perfil de sabor fresco y aromático al plato, ya que, al cocerse, estos vegetales liberan sus azúcares naturales y se caramelizan, enriqueciendo el estofado en su conjunto. Al saltear el mirepoix al inicio del proceso de cocción, se establece una base llena de matices que realza cada bocado de la carne guisada.
Añade un Sachet
Complementando la mezcla de sabores del mirepoix, se puede incluir un sachet d’épices, que es una bolsa de hierbas y especias que se suma al estofado para impartir una complejidad adicional sin dejar restos de especias en el plato final. Este sachet puede estar compuesto por laurel, tomillo, pimienta en grano y, a veces, clavos, canela o pimentón, atados en una gasa o en una bolsa de té de tela. Se coloca en la olla durante la cocción y aporta un bouquet aromático sutil que realza todos los sabores, permitiendo que el comensal disfrute de un estofado equilibrado y lleno de carácter. Aquí te dejo el link por si deseas leer más sobre esta técnica culinaria de la cocina francesa.
Así que, ya sea que estés cocinando para un día común o para una ocasión especial, dominar la técnica de la carne guisada, junto con el uso del mirepoix y el sachet d’épices, te asegurará un plato deliciosamente satisfactorio. Y, como siempre, recuerda que esta es una receta que puedes adaptar a tus gustos y a los ingredientes que tengas disponibles en casa.
A mí me gusta acompañar esta deliciosa carne guisada de un esponjoso arroz blanco, para disfrutar al máximo de la exquisita salsa. Te dejo la receta de cómo hacer el arroz blanco perfecto aquí.
Sin más, aquí tienes la receta.