¿Buscas una forma deliciosa de disfrutar más verduras? El brócoli asado es una excelente opción que no solo resalta su sabor natural, sino que también conserva su textura crujiente. Hoy te traigo una receta para preparar brócoli asado con parmesano y limón, una receta que vas a querer repetir una y otra vez.
Pero antes de adentrarnos en la receta como tal, me gustaría compartirte un técnica que hará que tu brócoli se vea mucho mejor y tenga mejor textura y sabor, porque nadie quiere un brócoli que ha perdido su color y que parece papilla. Una vez que aprendas esta técnica, te resultará muy fácil utilizar el brócoli en cualquier receta y adaptarla a tus gustos.
La técnica del escaldado y enfriado
La técnica de escaldado, también conocida como blanqueado, consiste en sumergir rápidamente un alimento, generalmente verduras o frutas, en agua hirviendo por un corto período de tiempo y luego enfriarlo abruptamente en agua helada. Esta técnica se utiliza para varios propósitos:
- Fijar el color: Ayuda a mantener el color vibrante de las verduras, especialmente en aquellas de colores brillantes como el brócoli, las zanahorias o los espinacas.
- Mejorar la textura: Suaviza ligeramente las verduras, lo que facilita su posterior cocción, ya sea en salteados, asados u otras preparaciones.
- Reducir el tiempo de cocción: Pre-cocinar los ingredientes facilita y acelera la preparación de platos que requieren más tiempo. A mí me gusta realizar este proceso justo al llegar del supermercado y tener brócoli listo para usar.
- Evitar la pérdida de nutrientes: Al ser un proceso rápido, el escaldado ayuda a retener muchos de los nutrientes en los alimentos.
En definitiva, este es un proceso que bien vale la pena. Los resultados son increíbles.
Notas sobre los ingredientes
Esta receta para preparar brócoli asado con parmesano y limón requiere de pocos ingredientes. Por supuesto, la estrella de la preparación es el brócoli, al que vamos a blanquear para conservar todos sus nutrientes y su color.
Además del brócoli, he usado parmesano y el jugo y la ralladura de un limón. Para mí, esta es una combinación deliciosa. Sin embargo, puedes adaptarla fácilmente a tus gustos y lo que tengas a mano. Por ejemplo, puedes añadir chile en hojuelas, ajo, semillas o aceite de sésamo, jengibre… ¡las posibilidades son infinitas! También puedes reemplazar el queso parmesano por cualquier queso duro o semiduro.
El resultado es un plato delicioso y saludable. El brócoli pierde su ligero sabor amargo al asarse y se carameliza, mientras que el queso parmesano añade un toque salado y cremoso que contrasta maravillosamente con la acidez y el aroma del limón. Este platillo es perfecto como guarnición, pero también puede ser el protagonista en tu mesa. ¡Disfruta de tu brócoli asado y sorprende a tus amigos y familiares con esta deliciosa receta!